Casa Ucieda-osorio Camponaraya

Casa Ucieda-Osorio Camponaraya camponaraya ARQUITECTURA QUIRÓS PRESAPablo López Presa + Itziar Quirós Director de obra Iván del Cueto Reyero Instalaciones José Ángel Robla Blanco Colaboradores Javier Ibán, Raquel Catalán, Sofía de Pablo Superficie 1000m2 Constructor CENTRO TECNICO DE CONSTRUCCIONES S.A Promotor Ayuntamiento de Camponaraya Presupuesto 800.000€ Estado Construido 2016 más información “Arrancan la obras de la Casa Ucieda” Fotografía María Merchante La Casa Ucieda-Osorio se alza en pleno Camino de Santiago, en Camponaraya, como un ejemplo de cómo la memoria del territorio puede dialogar con las exigencias de la arquitectura contemporánea. Esta casona solariega del siglo XVIII, vinculada históricamente a los Señores de Canedo, había caído en un profundo estado de abandono, con forjados en riesgo de colapso, muros invadidos por la maleza y una bodega que aún evocaba la fuerte tradición vitivinícola del Bierzo. El Ayuntamiento de Camponaraya, tras recibir la propiedad en donación, impulsó un proyecto de rehabilitación integral que buscaba un doble objetivo: conservar el legado arquitectónico de la casa y convertirla en el edificio más sostenible del municipio. La intervención combinó técnicas tradicionales —revocos artesanales de cal, enchinarrado de cantos rodados, restauración de maderas y cerrajerías originales— con soluciones de última generación en eficiencia energética: aislamiento interior, carpinterías de altas prestaciones, ventilación con recuperación de calor y geotermia. Hoy, la Casa Ucieda-Osorio es un centro cultural y museístico abierto a vecinos y peregrinos, un espacio donde conviven el pasado noble de la comarca y la sostenibilidad del futuro. Su rehabilitación fue reconocida con el Premio Fundación Palacio de Canedo 2024 en la modalidad de edificios restaurados por ayuntamientos y juntas vecinales.
Ethnological set of the Zayas de Castrillo and Velilla de la Valduerna

Conjunto Etnológico de las Zayas de Castrillo y Velilla de la Valduerna Zayas de Castrillo y Velilla de la Valduerna Arquitectura QUIRÓS PRESAPablo López Presa + Itziar Quirós Colaboradores Javier Ibán, Raquel Catalán Fecha 2021 Promotor Ayuntamiento de Castrillo de la Valduerna Fotografía © QUIRÓS PRESA El Conjunto Etnológico de las Zayas de Castrillo y Velilla de la Valduerna se despliega a lo largo de los cauces derivados del río Duerna, configurando un paisaje cultural en el que el agua ha sido motor de vida y actividad económica durante siglos. En torno a estas acequias tradicionales, conocidas en la zona como zayas, se articulan molinos, pisones y sierras que transformaban cereales, lino y madera, y que hoy forman un entramado patrimonial singular en la provincia de León. Este estudio ha identificado veinte elementos hidráulicos: tres presas, un salto de agua para generación eléctrica, doce molinos harineros y de linaza, dos pisones y dos sierras. Muchos de ellos se conservan en buen estado, algunos aún con maquinaria en funcionamiento, mientras que otros se encuentran en ruina o han desaparecido. Este conjunto refleja la capacidad de las comunidades locales para organizarse en torno al aprovechamiento del agua, mediante sistemas colectivos de mantenimiento de presas y cauces, y da testimonio de oficios ligados a la molienda, el abatanado textil y el aserrado de madera que sustentaron la vida rural hasta bien entrado el siglo XX. Arquitectónicamente, son construcciones sencillas, de muros de piedra y cubiertas de teja, que se alzan sobre los canales como puentes habitados, integrando cárcavos, rodeznos y forjados de madera. Su sobriedad formal se compensa con la riqueza etnográfica de las prácticas asociadas: la maquila como forma de pago en especie, las noches de molienda acompañadas de música y cartas, o el trajín de carros procedentes de pueblos vecinos en épocas de estiaje. El conjunto etnológico de las zayas no sólo preserva un legado técnico y productivo, sino también una memoria colectiva en la que paisaje, arquitectura y modos de vida se entrelazan. Su puesta en valor constituye una oportunidad para reforzar la identidad del valle del Duerna y proyectar hacia el futuro un patrimonio que ha sabido resistir al tiempo gracias a la fuerza de su vínculo con el agua y con la comunidad.